El templo de Quechula

El templo de Quechula es una ruina en medio del Río Grijalva. Es una construcción dominica del siglo XVI. Quechula quedó sumergida al momento de la construcción en 1966 de la presa Nezahualcoyotl también conocida como Malpaso. Gracias a las sequías el río bajó su nivel 25 metros dejando visibles los restos del templo dominico. Para acceder a la estructura se necesita llegar en lancha.

La antigua población y su gran templo fueron escondidos por las aguas del Río Grijalva, tras la construcción de la presa hidroeléctrica Netzahualcóyotl o Malpaso. Se ubica en el poblado Raudales Malpaso, antes perteneciente al municipio de Tecpatán, ahora al nuevo municipio de Mezclaba. Solo es posible ver la edificación con el desfogue. Este fenómeno sucede cada 12 o 13 años.

Lo que mejor se observa es la fachada, que se conserva aun cuando ha pasado 40 años bajos el agua. El majestuoso templo era sede del Santo Patrono Santiago. El pueblo de Quechula tenía varios barrios, se llamaban Santiago, San Miguel, La Cruz Blanca y El Calvario. Quechula llegó a ser un poblado grande, incluso municipio libre; sin embargo, en 1913 cuando empezó a depender del municipio de Tecpatán, se administraba por agencia municipal y su primer agente fue Hermelindo Álvarez.

Con la construcción de la presa, se perdieron bajo las aguas las mejores tierras de cultivos, pero sobre todo, a los habitantes de Quechula les dolió perder el templo del Señor Santiago. La gente llega al sitio caminando por las veredas, parten de diversas comunidades, los acompaña el calor, se refugian en los matorrales; la vegetación los lleva la nostalgia de ver otra vez su templo grande, ahí donde se congregaron sus padres y sus abuelos. 

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